“Termino de comer y lo hago”. “Bueno, solo termina este capítulo y ahora sí empiezo con el trabajo”. “No voy a terminar ahorita, mejor lo hago mañana”.
“¡Lore!, ¡no sé cómo dejar de procrastinar!”.
Fueron justo las palabras que leí en un correo; y después de ese, llegaron dos correos más que me pedía que hablara sobre como dejar de procrastinar.
Sus deseos son órdenes.
Debo de reconocer que durante toda mi carrera (y con algunos proyectos personales que tuve) esas palabras eran mi pan de cada día. Cuando faltaba un día para la entrega de proyecto, yo era la que terminaba de imprimir el trabajo 10 minutos antes de la clase.
Por mas que leía y usaba un montón de aplicaciones en el celular para enfocarme en mis tareas o en ciertas materias, muchas veces no lo conseguía.
Me sentía mal y frustrada porque en mi cabeza daba vueltas que tenia que realizar tal deporte o tarea. Sin embargo, por más que quería quitarme la pereza de hacerlo, no podía.
Debo confesar que hay actividades en las que aún me cuesta evitar procrastinar.
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Lore, ¿cómo vas a ayudarnos sí acabas
de confesar que a ti también te cuesta dejar de hacerlo?
Desde un inicio te comenté que sería completamente sincera, así que no esta en mis planes mentirte.
No todo puede ser perfecto, y aunque intentes ser la mujer más productiva del mundo y de hacer todas las actividades que me corresponden, existen días o actividades que me resulta complicado no posponer (aunque siempre termino haciéndolas).
Entonces, ¿hay solución?
Por supuesto que sí. Siempre hay técnicas y herramientas que te ayudarán a dejar de procrastinar. Antes de eso, tenemos que entender qué es la procrastinación y cuál es el verdadero origen.
Vale, vale, lo que menos quiero es aburrirte con un articulo tan largo, así que mejor empecemos.
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¿Qué es la procrastinación?
La palabra “procrastinación” proviene del verbo en latín procrastināre, que quiere decir postergar hasta mañana. Pero también se deriva de la palabra del griego antiguo akrasia, hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.
Entonces, estamos hablado de que estamos haciéndonos daño al dejar las actividades para después.
Ahora te pregunto, ¿realmente te gusta lastimarte o dañarte?
Espero que tu respuesta sea un rotundo NO.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
El procrastinar es un circulo vicioso del que se nos complica mucho salir cuando ya estamos dentro. Es horrible sentir culpa que simplemente genera ansiedad.
Vamos un poquito más al fondo del asunto.
Dime cómo te sientes y te diré que tanto procrastinas.
Aunque suene gracioso, nuestro estado de ánimo si interfiere con nuestra productividad. Veamos la procrastinación como la consecuencia de estados de animo negativos a causa de alguna tarea.
Ya sea porque esta nos genere aburrimiento, frustración, inseguridad, etc…
“La procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”, dijo Tim Pychyl, un profesor de Psicología y miembro del Grupo de Investigación sobre Procrastinación en la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá.
Permíteme darte un ejemplo. Supongamos que tu jefe es de esos que llega, no hace nada, te carga la mano todos los días, siempre sales tarde por terminar el trabajo de él y un día te manda trabajo a casa. Ten por seguro que, aunque tengas tres días enteros para realizar esa tarea, lo más seguro es que la hagas una noche antes y de mala gana.
Lore, ya entendí a que te refieres, pero eso lo complica porque mi jefe siempre va a ser así y yo no puedo dejar mi trabajo.
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Estas en lo correcto. No se trata de que cada obstáculo o tarea que te cause ansiedad o incomodidad, la abandones o la hagas unos minutos antes de entregarla.
Por supuesto, está de más decir que el procrastinar evitará que cumplas tus metas y puedes comprometer hasta tu salud, porque de las cosas con las que más procrastinamos son con los chequeos de salud.
Así que para evitar que procrastines y tengas ese ciclo vicioso, te traigo 3 herramientas que me han funcionado para dejar de procrastinar (o reducirlo en la mayoría de lo posible).
Pero antes, hablemos de los tipos de procrastinación.
Tipos de procrastinación
Existen dos tipos de procrastinación pasiva y activa
La pasiva es aquella con la que lidiamos comúnmente. Por ejemplo, cuando decidimos empezar una dieta. Sabemos que tenemos que hacerlo, pero lo empezamos a dejarla para mañana o para el próximo lunes.
La procrastinación activa es aquella que realizamos a propósito. A diferencia de la procrastinación pasiva que es la que comentamos mayormente en este articulo (por el hecho de que es la que nos hace sentir culpables), la activa nos permite ser más productivas.
Es a lo que llamamos trabajar mejor bajo presión. En este tipo de procrastinación hay una fecha límite para entregarla y al estar procrastinando no nos sentimos mal. Hasta cierto punto, echamos la flojera porque sabemos que trabajamos mejor cuando falta menos.
OJO.
No pienses que procrastinas por que trabajas mejor bajo presión. Los procrastinadores pasivos siempre se verán afectados de manera negativa. No obstante, aunque los procrastinadores activos tengan picos de extremada productividad, lo más recomendable es planificar y realizar las tareas en cortos intervalos.
3 herramientas sencillas para dejar de procrastinar
Límite de tiempo
Siempre pon fechas limite para terminar la tarea. Como ya te expliqué en los tipos de procrastinación, la procrastinación activa (donde tienes fechas limites) puede ser benéfica si consideras que trabajas bien bajo presión.
Por lo cual, si pones fecha limite para actividades que te causan una procrastinación pasiva, seguro te funcionará.
Pero si no te consideras buena trabajando bajo presión, igual puedes poner una fecha límite, esto te permitirá sentir un compromiso para terminar antes.
Merezco una recompensa
Creo que es de una de las técnicas que más utilizo. Esta trata de que realices la tarea y al final podrás darte un break con alguna otra actividad que te guste, como jugar videojuegos.
Te recomiendo que, si vas a realizar alguna actividad que te guste, procura medir el tiempo porque normalmente se nos va volando cuando hacemos cosas que nos gustan.
Lo que yo hacía cuando tenía que estudiar o leer un libro que para nada me llamaba la atención, es que en cada final de página colocaba un trocito de chocolate y podía comerlo cuando terminara la página.
Es una técnica bastante motivadora.
Pequeños pasitos
Esta es la técnica más sencilla, divide la tarea grande en mini tareas y ve avanzando poco a poco durante el día o la semana.
Cuando son asignaciones más pequeñas nos cuestan menos trabajo. Intenta probar con esta técnica cuando las tareas son muy largas y muy pesadas. Así, podrás sentirte un poco menos presionada y cada que cumples con una asignación, te sientes más poderosa (o quizá solo me pasa a mí).
Bueno, espero que tomes acción y no vuelvas a procrastinar si no quieres. Empieza a cambiar tu vida porque es el primer paso para empezar una vida productiva, con propósito; por supuesto, una vida que te haga sentir satisfecha y feliz.
Te agradezco de corazón que hayas terminado de leer este post. Si te gustaría que habláramos de algún tema, puedes dejarlo en los comentarios.
Espero que tomes acción y que a partir de mañana o quizá esta tarde, empieces ser una persona más acercada a lo que te hace feliz.
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También puede seguirme en redes sociales y por supuesto, nos vemos pronto.